¿Son bien pagados los corredores élites de maratones en comparación con otros deportistas?
Los corredores de maratón dedican sus vidas al deporte, entrenando largas horas, superando sus límites y enfrentándose a enormes desafíos físicos y mentales. Pero a pesar de su nivel de dedicación y sacrificio, el premio económico que reciben en los grandes maratones del mundo parece quedar en segundo plano en comparación con el de otros deportes. Mientras que boxeadores, jugadores de la NBA y peloteros de la MLB firman contratos y acuerdos de patrocinio de millones de dólares, los corredores élite siguen siendo, en muchos casos, figuras discretas en términos de remuneración. ¿Por qué esta diferencia y es justa la compensación que reciben? En este artículo, exploramos en profundidad el valor monetario y social que se otorga a los maratonistas en comparación con otros atletas.
El sacrificio invisible de un corredor élite
Para un maratonista profesional, entrenar no es solo una actividad física: es una forma de vida. Un corredor élite puede llegar a entrenar de 20 a 25 horas semanales, acumulando hasta 160 kilómetros de carrera en ese tiempo. Estos entrenamientos intensivos son necesarios para mantenerse competitivo en eventos globales, y además de la resistencia física, requieren una fortaleza mental notable. Las carreras de fondo, a diferencia de otros deportes, no ofrecen descanso o “tiempo fuera” durante la competencia. En un maratón, un atleta corre sin detenerse durante dos horas o más, enfrentando desgaste físico extremo. Este esfuerzo suele ir acompañado de lesiones recurrentes, tales como tendinitis, fracturas por estrés y otros problemas derivados del alto impacto en articulaciones y músculos.
La recompensa: premios y patrocinios en maratones
Aunque los maratones más prestigiosos, como los “Six Major” (Tokio, Boston, Londres, Berlín, Chicago y Nueva York), ofrecen premios de hasta $100,000 para los primeros puestos, el número de corredores que logran estos premios es reducido, y las cantidades disminuyen considerablemente a partir del tercer lugar. Además, los corredores pueden participar en apenas dos o tres maratones importantes al año debido al tiempo de recuperación que sus cuerpos necesitan. Esto significa que, aunque ganen dos maratones al año, los ingresos anuales de un corredor élite rara vez superan los $200,000. A esto se suman gastos de entrenamiento, fisioterapia y, en muchos casos, viajes y estadías.
Si bien algunos maratonistas élite logran acuerdos de patrocinio con marcas de calzado y nutrición deportiva, estos contratos suelen ser modestos en comparación con los contratos multimillonarios de deportistas de deportes masivos. La visibilidad mediática de un maratón, aunque impactante, no genera el mismo nivel de ingresos por publicidad que una temporada entera de la NBA o un combate de boxeo transmitido a nivel mundial. Este menor atractivo comercial tiene un impacto directo en los ingresos de los corredores.
Comparación con otros deportes
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Boxeo: Los combates de boxeo, especialmente aquellos en los que participan boxeadores de renombre, generan millones de dólares. Un solo combate puede reportarle a un boxeador élite más de $10 millones en una noche. Por ejemplo, Floyd Mayweather ganó más de $100 millones en combates clave, con ingresos adicionales por patrocinio que amplían aún más su fortuna. Comparativamente, este ingreso equivale a la suma de los premios obtenidos por los mejores maratonistas a lo largo de toda su carrera. La diferencia es abismal.
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NBA: Los jugadores de la NBA disfrutan de contratos garantizados, los cuales pueden oscilar entre $2 millones y $50 millones anuales, dependiendo de su rendimiento y de la estructura salarial del equipo. Además, tienen temporadas de 82 juegos que ofrecen múltiples oportunidades de exposición. Los acuerdos de patrocinio para estrellas como LeBron James o Stephen Curry incluyen contratos multimillonarios con marcas globales, ingresos que los maratonistas solo pueden imaginar.
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MLB: Los peloteros también reciben contratos multimillonarios y son celebridades en sus países. Con temporadas extensas y una enorme cobertura mediática, los ingresos por patrocinio también representan una gran parte de sus fortunas. Además, en béisbol, como en baloncesto, hay un respaldo financiero incluso en caso de lesión, algo que los corredores élite no suelen tener.
El valor social y la percepción del esfuerzo en los maratones
El running y los maratones son deportes de crecimiento mundial, y a menudo, los maratonistas inspiran a personas de todas las edades a adoptar un estilo de vida saludable. Sin embargo, el reconocimiento económico y social hacia ellos no se equipara al esfuerzo y sacrificio que realizan. Esto podría atribuirse a la estructura económica de los deportes, en la que el entretenimiento inmediato y la visibilidad televisiva tienen un gran peso. Los deportes de alto impacto visual, como el boxeo y el baloncesto, generan más interés de los anunciantes y los medios.
La falta de seguridad económica también hace que muchos corredores élite dejen el deporte prematuramente o se vean obligados a buscar otras fuentes de ingresos para asegurar su futuro. La carrera deportiva de un maratonista es corta, y las lesiones o la falta de patrocinio pueden poner fin a una prometedora carrera de manera abrupta.
¿Es hora de revalorar el maratón?
En última instancia, el sacrificio y esfuerzo de un corredor de maratón se equiparan con los de los deportistas mejor pagados del mundo, pero el valor monetario que reciben no refleja esta realidad. ¿Deberían cambiar las dinámicas de patrocinio en los maratones para ofrecer una compensación justa? El debate sigue abierto, pero lo cierto es que, para los corredores, el amor al deporte, la pasión y el compromiso hacia su meta son los verdaderos premios. Sin embargo, no se puede negar que el mundo podría comenzar a valorar más el esfuerzo de estos atletas. En un momento en que el running inspira a millones, quizás sea hora de otorgar a los maratonistas élite un lugar de honor en la lista de los deportistas mejor pagados.
